Publicado el 11 de junio de 2024
Traslado y programa de luz aplicado a los reproductores
El éxito de la producción depende muchísimo de la fase de arranque y de la fase de crianza. En este artículo, nos centraremos en el traslado a los lugares de reproducción y la puesta en marcha del programa de luz para garantizar el buen desarrollo de los animales.
El traslado
Al trasladar a los animales a los galpones de reproducción, las fichas de crianza deben ir con cada lote. Para poner un límite a las consecuencias del traslado, los animales deben ser alojados en un galpón cuyas condiciones de temperatura y humedad deben ser equivalentes a las del galpón de crianza. Habrá que tener prevista la subida de temperatura del galpón de reproducción.
El traslado se lleva a cabo generalmente entre las semanas 19 y 20. Es una operación que sirve para dominar la madurez sexual del lote. Debe realizarse de 2 a 3 semanas antes de que las gallinas comiencen la postura para facilitar la mezcla de machos y hembras, fomentar que se acostumbren al un nuevo entorno y limitar las posturas en el suelo.
Existe gran diversidad de galpones de crianza: oscuros o abiertos, con nidos automáticos o manuales, con o sin rejillas… En la mayoría de los galpones se pueden conseguir una reproducción y una postura satisfactorias si se cumplen varias reglas acerca de la gestión de los lotes.
Algunos sistemas de producción utilizan el mismo galpón para la crianza y para la producción. Se agregan los nidos manuales alrededor de la semana 18 para ir acostumbrando a las hembras a trepar a los mismos. En estos casos, el traslado consiste simplemente en mezclar los machos con las hembras.
Traslado de los gallos
Recomendamos realizar el traslado entre la semana 19 y la 20.
En función de la temperatura, el granjero no debe dudar en calentar el galpón antes de que lleguen los gallos. Se traslada a los machos de 3 a 5 días antes que a las hembras para que se vayan acostumbrando a buscar su alimento, especialmente si la crianza ha sido con cadenas de alimentación o granulados en el suelo. Este procedimiento evita que los machos pierdan peso en el momento crítico del inicio de la producción (lo que perjudicaría gravemente su fertilidad).
Para favorecer su alimentación y su distribución dentro del galpón, se colocarán tolvas o cadenas adicionales a lo largo de todo el galpón.
Por otra parte, recomendamos incitar a los gallos a que busquen los comederos de la manera siguiente:
- retirar la cama debajo de los comederos de los gallos
- colocar los comederos de los gallos al nivel del piso
- distribuir el alimento estando presentes los gallos
- dejar caer alimento alrededor de los comederos para que los gallos, que se habían alimentado en el piso cuando eran pollitos, encuentren más fácilmente los comederos
- en los días que preceden a la llegada de las gallinas, los comederos de los gallos se irán levantando poco a poco, de manera que cuando las hembras llegan al galpón, solo los machos puedan acceder a los mismos.
En el caso de los gallos de la variedad T que pueden haber sido criados junto con las gallinas, como a estas se les hace racionamiento, habrá que agregar tolvas igual que en el caso anterior.
Gestión de la madurez sexual
Ocurre a veces que los machos resultan estar demasiado maduros, o demasiado poco, o que en el lote se incluyen machos con grados de madurez distintos. Habrá que gestionar con habilidad la entrada de los machos en el lote de las hembras.
Machos insuficientemente maduros respecto a las hembras:
Si todos los machos son inmaduros, deben dejarse en la crianza hasta que estén listos. De lo contrario, las hembras tomarán el control y harán que los machos tengan miedo (lo que provocará una fertilidad baja).
Machos demasiado maduros respecto a las hembras:
Gallos demasiado maduros o demasiado numerosos, asustarán a las hembras, lo que, al principio, provocará una fertilidad muy elevada. A continuación, las hembras, miedosas, no se dejarán montar, reduciendo drásticamente la fertilidad de los huevos.
Si tenemos dudas de que los gallos estén demasiado maduros, será recomendable introducirlos gradualmente, en incrementos, por ejemplo, de un 3% por semana. Introducir a los machos caída la tarde facilitará su integración. Se introducirán, con prioridad, los gallos más maduros, gradualmente.
La genética SASSO ofrece una fertilidad excelente. Dependiendo de la habilidad de esta gestión, será posible tener resultados óptimos con solo un 7 a 8% de machos.
Traslado de los gallinas
Recomendamos realizar el traslado entre la semana 19 y la 20.
El traslado altera los hábitos de la gallina, que puede tardar varias horas sin saber cómo acceder al agua. Será importante promover la rehidratación de las gallinas, ofreciéndoles comida solo transcurridas de 2 a 3 horas después del traslado para que hayan tenido tiempo de beber.
Aumentando la duración de la luz el primer día (24 horas) nos aseguraremos de que la gallina habrá descubierto correctamente su nuevo entorno, y que esté bebiendo y alimentándose correctamente. Hay que tener en cuenta que las gallinas son muy sensibles a los cambios. Un fuerte estrés favorecerá reacciones de pánico, con las consiguientes situaciones de ahogo.
A PARTIR DEL TRASLADO, LA RACION DE ALIMENTO PASA DEL SISTEMA 5/7 AL SISTEMA 7/7
Como los gallos estarán en presencia de las gallinas y no aguantan el régimen con el sistema 5/7, será importante que las hembras pasen también al sistema 7/7. Para favorecer la adaptación al nuevo entorno, la cantidad de la ración de alimento 5/7 se puede mantener cada día durante uno o dos días antes de pasar a distribuir la cantidad 7/7.
Ejemplo: trasladar las gallinas con régimen 5/7 en la semana 20. Habrán estado recibiendo hasta entonces una ración de alimento de 98 g. los días en que correspondía recibir alimento. Tras el traslado, mantendremos la cantidad de 98 g. de alimento diaria durante uno o dos días, y después ya repartiremos 70 g. de alimento al día, todos los días.
Si las gallinas tuvieran sobrepeso, será mejor aplicar la cantidad 7/7 tras el traslado.
Se fomentará el consumo de alimento dejando vacíos los comederos entre horas de comida (para evitar que quede sistemáticamente la parte más fina del alimento), limitando el número de distribuciones y utilizando una fórmula adaptada denominada de “prepostura”.
Programa de luz aplicado a los reproductores
Mientras no se haya iniciado la postura (postura inferior al 0,5 %) la duración de la iluminación permanecerá igual a la duración de la luz natural de la semana 20.
En cuanto se produzca el traslado en la semana 19 - 20 se aumentará la intensidad de la iluminación al máximo. Conservar una iluminación baja aumentaría el riesgo de postura en el piso.
En cuanto arranca la producción (postura del 0,5 %) aumentaremos la duración de la iluminación, una hora más por semana, (+30 minutos por la mañana, +30 minutos por la tarde).
Estabilizaremos esta duración al llegar a las 16 horas de iluminación diaria durante todo el período de producción del lote. Convendrá que coincidan lo más posible la duración del día artificial con el día natural.