Instalación de los bebederos y registro de los datos

Es necesario estudiar la posición de las pollitas cuando vienen a beber y adaptarse. El pollito, y más adelante la pollita, no deben torcer el cuello debajo de una pipeta demasiado baja, ni deben tener que ponerse de puntillas debajo de una pipeta demasiado alta.

La cantidad de agua que hay que distribuir se definirá en función de:

- la dureza del buche cuando se corta el agua: un buche demasiado duro puede significar que la bebida es insuficiente, mientras que un buche demasiado blando significa que podemos reducir un poco la bebida.

- la temperatura: la relación AGUA/ALIMENTO varía dependiendo del clima. En invierno es del orden de 1,5-1,6 y sube hasta 1,8-2 en verano (a veces más en caso de fuertes calores)

- el estado de las camas: una cama demasiado degradada es consecuencia de excrementos demasiado líquidos que a veces se explica por un exceso de bebida. Sin embargo, si los buches están duros, no se debe reducir la bebida aunque la cama esté degradada (mejor modificar los parámetros de ventilación).

El suministro de agua se cerrará durante la noche para limitar el desarrollo de microorganismos indeseables en los bebederos fuera de las horas de consumo.

Durante las dos primeras semanas, deben limpiarse los bebederos diariamente. Posteriormente, la frecuencia se irá reduciendo hasta llegar a un mínimo de una operación de limpieza por semana.

A lo largo de todo el período de crianza, el granjero debe controlar el consumo de agua. Hay que controlar la altura del agua en los bebederos para evitar que se malgaste (máx. 1 cm).

Además de la cantidad de agua que se distribuye, el granjero debe vigilar su calidad. Para ello puede:

- comprobar su potabilidad. Podría ser necesario agregar cloro para mejorar su potabilidad.

- antes de introducir vacunas en el agua de bebida, habrá que comprobar que no hay cloro ni ningún otro desinfectante en el agua para beber. Utilizar un neutralizador si fuera necesario.

El racionamiento del agua evita cualquier consumo excesivo que pudiera provocar trastornos digestivos y la degradación de la cama. Se empezará con un racionamiento del alimento en 5 días de 7. Recordemos la relación, que es la siguiente:

- 1,5 a 1,6 en invierno,

- 1,8 a 2 en verano, más a veces.

Los días en que no se reparta alimento se distribuirá agua de 2 a 4 horas, o incluso más, dependiendo de la temperatura.

En cualquier caso no cortar el agua en ningún caso mientras haya alimento en las cadenas de alimentación.

Hay que asegurarse de que los bebederos están vacíos y bien secos durante la noche.

A partir de la semana 17 y hasta la semana 20 es importante ir aumentando gradualmente la duración de la bebida hasta llegar a la misma duración que el tiempo con iluminación.

Durante este período es cuando se desarrolla el ciclo ovárico y las necesidades fisiológicas de agua son mayores. Posteriormente se podrá retomar el racionamiento de agua.

A lo largo de todo el período de crianza, el granjero deberá ir anotando en la ficha de crianza los datos imprescindibles para el seguimiento del lote:

- peso medio de los animales pesados semanalmente,

- consumo diario de alimento y de agua,

- mortalidad diaria,

- registro diario de las temperaturas en las diversas zonas controladas,

- duración de la luz,

- intervenciones sanitarias y/o profilácticas.

Es importante emplear las fichas que suministra SASSO durante los períodos de crianza y de producción. Todas nuestras fichas técnicas se encuentran en nuestro sitio web, explicadas: https://www.sasso-poultry.com

Figura 131: Este tipo de ficha, disponible en la página web, le permite disponer de las normas SASSO para los objetivos de peso, la evolución de las raciones, el programa de luz...

Puede consultar todas las fichas técnicas de nuestras hembras reproductoras directamente en nuestro sitio web, en la sección "Productos" > "Pollos de color" > "Hembras reproductoras".